sábado, 15 de noviembre de 2008

Alto rendimiento infantil

He encontrado un artículo bastante interesante que habla sobre el tema que tanto estamos discutiendo y hablando en todas las entradas. La verdad es que me ha gustado bastante, ya que alude a algunos estudios sobre los beneficios del alto rendimiento en edades tempranas. Estos son:
Hahn (1988) recoge que el adelanto de la edad de máximo rendimiento, sobre todo en determinadas disciplinas, motiva a federaciones, clubes y entrenadores a iniciar el proceso de entrenamiento dirigido al alto rendimiento cada vez con más precocidad, para obtener mejores resultados.
Por otro lado, la búsqueda del éxito por parte de las instituciones, federaciones y clubes contribuye a esta especialización temprana.
Por último, la actitud de los padres (que a menudo buscan una "sobrecompensación" por los éxitos no conseguidos), es decisiva.
Generalmente, el deporte de alto nivel se inicia con una especialización deportiva precoz. Esta especialización es un hecho frecuente, y bastante tratado en la literatura. Martens recoge las edades mínimas de iniciación a diferentes deportes en EE.UU. Por ejemplo, el béisbol, natación o atletismo, se inician antes de los 5 años de edad, e incluso pueden llegar hasta los 3 años. Así, no son escasos los ejemplos de deportistas a escala mundial que iniciaron su práctica deportiva a edades muy tempranas.
De todas formas, hay varias posturas; para algunos, está plenamente justificada la iniciación deportiva precoz y no ven inconveniente en la introducción del niño/a en competiciones de alto nivel. Para otros, ésta es un atentado contra la infancia. Aquí se expondrán ambas visiones, las que están a favor o en contra de esta especialización deportiva, para que así el lector/a pueda escoger la que le parezca más adecuada.
Evidentemente también hay argumentos en contra:
Son numerosos autores los que están en contra de la especialización precoz. Personne recoge gran cantidad de casos reales en los que los deportistas sometidos a una especialización precoz presentan gran variedad de problemas (de salud, de integración, psicológicos...).
Por otro lado, Cotta investigó sobre modificaciones patológicas en practicantes de diversas especialidades deportivas (halterófilos, saltadores, nadadores...).
Igualmente la mayoría de los pedagogos no aconsejan dicha especialización. Los riesgos de ésta se dividen en físicos, psicológicos, motrices y deportivos.
RIESGOS FÍSICOS: Problemas óseos, articulares, cardíacos, musculares...

RIESGOS PSICOLÓGICOS: Son consecuencias negativas del entrenamiento y la competición precoces que guardan relación con la conducta del sujeto y su estado mental. Así, se ven problemas como ansiedad, estrés, frustración, además de una "infancia no vivida", por la enorme dedicación que exige la práctica deportiva de alta competición (a veces más de 4 horas al día).
RIESGOS MOTORES: El entrenamiento especializado busca el rendimiento en un aspecto concreto de la ejecución motriz humana, ignorando, por regla general, los demás. Esto conlleva una relativa "pobreza motriz", que puede llegar a imposibilitar una futura práctica deportiva diferente de la que se realizó durante la infancia.
RIESGOS DEPORTIVOS: En determinadas edades, se hace una "especialización a ciegas"; o sea, es muy difícil conocer las características del futuro deportista de élite cuando tiene pocos años de edad, por lo que es posible que se esté especializando a un niño/a en una práctica para la que no está especialmente cualificado.
Así pues, para terminar este apartado, citaré una frase que es el título de un libro de Personne:
"NINGUNA MEDALLA VALE LA SALUD DE UN NIÑO".
Yo me sumo a estas opinones. La verdad es que el artículo completo es realmente interesante. Si alguno le quiere echar algún vistazo, lo puede hacer aquí. ¿Qué opináis vosotros?
Saludos a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una pena que exista. Pero gran parte de la culpa también la tienen los padres: Pienso que si todos los padres adquiriesen unos conocimientos básicos sobre la importancia de ofrecer a sus hijos patrones de movimiento diferentes, y cuantos más mejor, en lugar de centrarlos ellos mismos en un deporte ya que a veces es en contra de la voluntad del niño, porque el padre o la madre quiere que haga fútbol o gimnasia rítmica. Señores debemos ofrecer un abanico lo sificientemente amplio a nuestros peques para que aprendan a desenvolverse y lo más importante, aprendan a moverse. Para esto; cuantos más estímulos y diferentes mejor. Viva la actividad física recreativa!!!!. Pascual.